Autores: Marco Polo/ Rey David Velasco Velasco.
A pesar de que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) contra el Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo reconoció la buena comprensión de los riesgos de blanqueo de activos que tienen las instituciones del sector financiero, también apuntó que hay áreas de oportunidad para hacer más efectiva la lucha contra este delito.
“El sector financiero demuestra una buena comprensión de las principales amenazas de lavado de activos de los GDO (grupos de la delincuencia organizada) y actividades delictivas asociadas”, explicó GAFI en la última evaluación mutua que realizó a México respecto al combate en la lucha contra el blanqueo de capitales.
Pese a esto, apuntó que la tarea de México es reconocer el problema de la corrupción como una constante y un problema que hay que atacar. Cabe destacar que el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) asistió a las reuniones de trabajo que se tuvieron con el grupo de evaluadores en Marzo de 2017 en donde se comentaron las acciones que el IMCP ha emprendido para concientizar sobre la problemática que representa, para lo cual continuará proponiendo a las autoridades inclusiones a las leyes trabajando en conjunto para concretar acciones oportunas y concluyentes, capacitando al contador público y emitiendo la normatividad necesaria en este tema.
GAFI resaltó que las instituciones financieras tienen claros los factores de riesgo de lavado de activos en su día a día, por ejemplo: las operaciones en efectivo, transferencias monetarias internacionales y regiones geográficas en México.
Ante esto, el grupo presidido por Santiago Otamendi detalló que las entidades financieras parecieran concentrarse más en los riesgos de las operaciones transfronterizas entre Estados Unidos y México, que con los flujos ilícitos que llegan desde los países de América Central o de Sudamérica. En este sentido, una de las prioridades en el sector financiero es mejorar el análisis sobre los montos del producto del delito generado en el exterior y lavado en particular desde Centroamérica y el Caribe.
Respecto a la evasión fiscal, GAFI apuntó que los bancos, los cuales son los de mayor riesgo al blanqueo de capitales, así como otras instituciones financieras, reconocen este problema como una amenaza de lavado de dinero. Si bien, México realizó importantes progresos en la lucha contra la evasión fiscal mediante la mejora de la capacidad del servicio de administración fiscal, un estudio solicitado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
“Esto refleja la importancia que le asignan las autoridades a los delitos fiscales incluyendo la emisión del SAT de una lista de sociedades posiblemente involucradas en el fraude fiscal…las instituciones financieras generalmente usan esta lista para detectar a los clientes y a las operaciones potencialmente relacionadas con delitos fiscales”, detalló el GAFI.
El reporte resaltó la restricción que ha tenido la banca con otras entidades por miedo a estar expuestos al lavado de dinero, por ejemplo, los Negocios de Servicios Monetarios (NSM).
“Si bien los bancos ofrecen servicio a sociedades de transmisión de dinero grandes y algunas casas de cambio, en los últimos años han reducido su exposición a los NSM y dejarón de atender por completo a los centros cambiarios”, explicó el Organismo.
Ante esto, agregó, los NSM han recurrido a intermediarios financieros de otro tipo, como las sociedades financieras populares (SOFIPO); sin embargo, esto representa la migración de riesgos a esta clase de figura, lo que constituye una preocupación potencial, ya que, se reconoce ampliamente que los controles antilavado de dinero son más débiles. Con todo ello, se realizó un cierto progreso en la reforma del sistema de justicia penal, pasando de un sistema escrito que conllevaba mayor tiempo y carecía de credibilidad, a un sistema «acusatorio» que permite la formulación de preguntas. El nuevo sistema se encuentra totalmente operativo para delitos del ámbito de los estados (para todos los casos) en todos los estados.
De lo anterior, una de las áreas que deben fortalecerse es la percepción de la amenaza de la delincuencia organizada, pues el conocimiento de este tema no puede ser limitado, ya que implica a varios actores y sectores financieros.
Por otro lado, se evaluó al sector de seguros y consideró que esta es un área de posible riesgo más bajo de LA/FT. Además, la ENR y las conversaciones con las autoridades indicaron que algunos de los sectores obligados presentan un riesgo más bajo de LA (por ejemplo, los proveedores de fe pública, arrendamiento de inmuebles, tarjetas de prepago, traslado y custodia de efectivo o valores, recepción de donativos, servicios profesionales, e instrumentos de almacenamiento de valores monetarios).
GAFI apuntó que de acuerdo con la Evaluación Nacional de Riesgos (ENR) que se dio a conocer en el 2016, las operaciones inmobiliarias son de alto riesgo de lavado; sin embargo, esta misma comprensión no es compartida con representantes del sector inmobiliario. Respecto a este punto México tiene que tomar como área de oportunidad el seguir trabajando para fortalecer las medidas regulatorias correspondientes a este sector.
Asimismo, GAFI recordó que la Evaluación Nacional de Riesgos precisó que el uso de la prestación de servicios profesionales brindados por abogados, contadores y notarios ha sido fundamental para blanquear capitales por medio del uso indebido de las personas jurídicas y pese a esto la ENR califica a los notarios, abogados y contadores con un grado bajo de riesgo al lavado.
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