Autora: Sylvia Ramírez Jiménez /Directora de Cumplimiento de Codere México.
Codere es un conjunto de permisionarias en el sector de juegos y casinos que inició su actividad en 1980. Encabeza la operación de salas de juego en Buenos Aires, México y Uruguay; es uno de los principales operadores de máquinas en España y de bingos en Italia y un operador líder de casinos en Panamá y Colombia. Además, está presente en el negocio de apuestas deportivas presenciales en España y México.
Ya por el solo hecho de pertenecer al sector del juego y entrenamiento, particularmente el de las apuestas hace que el sector al que pertenece Codere sea de riesgo medio, según la Evaluación Nacional de Riesgos 2016[1]. La Evaluación Mutua 2018[2] del GAFI a México concluyó que las APNFD no cuentan con una regulación suficiente, que disminuya la posibilidad de ser utilizadas como vehículos de la delincuencia organizada para lavar dinero y además señala que, para las instituciones financieras, un casino es un cliente de alto riesgo. Finalmente, la Guía para la Elaboración de una Metodología de Evaluación de Riesgo los califica como potencialmente Riesgosos.
Es decir, de manera general se podría decir que la percepción que hay del casino es de ser riesgoso. Esto le implica ciertas restricciones y regulaciones adicionales.
Las razones de dichas calificaciones son variadas, pero podemos mencionar algunas: (i) es un sector donde se utiliza efectivo para realizar las transacciones de manera muy rápida; (ii) en ocasiones operan 24 horas al día; (iii) porque muchos casinos están localizados geográficamente en áreas consideradas de alto nivel de peligro para la comisión de delitos, como lo son regiones altamente complejas, entre otros (por ejemplo, no es lo mismo operar un casino en una zona fronteriza, que en la Ciudad de México).
Además, es un sector que tradicionalmente ha estado estigmatizado como un sector “moralmente reprochable” porque hay quien afirma que genera alcohólicos y ludópatas. Esa estigmatización, y percepción de riesgo hace que el Estado la haya regulado de forma realmente rigurosa.
Aun así, dicha estigmatización probablemente estaba justificada hace tiempo, pero hoy no encuentra explicación. A partir de la regulación de ciertos sectores de la economía, como actividades vulnerables dentro de la LFPIORPI, estos han sido estigmatizados por el sector financiero, sin establecer un adecuado Enfoque Basado en Riesgos, como altamente susceptibles a ser utilizados en materia de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
En efecto, es posible que durante mucho tiempo los casinos fueran un sector riesgoso para la comisión de delitos, pero la realidad es que hoy en día el sector se ha fortalecido de manera importante. Por ejemplo, para Codere el establecimiento de unas normas de Buen Gobierno Corporativo es esencial para su desarrollo, así como en interés de la sociedad, sus accionistas e inversores, es por eso que con el objeto de ser completamente transparente pone a su disposición toda la documentación que compone o guarda relación con su Gobierno Corporativo en su página de internet: https://www.grupocodere.com/informacion-corporativa/
Además, resulta especialmente relevante que durante el segundo trimestre del 2019 la compañía alcanzó un EBITDA ajustado de 70,3 millones de, un 8,2% más que en el mismo periodo del año anterior; impulsado por el crecimiento en México, España y la actividad online del grupo, y a pesar de la fuerte depreciación del peso argentino y de la subida de impuestos al juego en Argentina e Italia[3].
Estos números son posibles gracias a distintos factores. Uno sin duda es una gran estrategia comercial y de mercado: Codere sabe analizar los mercados en los que encuentra así como su competencia. Además, una sólida estructura financiera que le permite optimizar sus recursos. Y finalmente, una fuerte cultura de cumplimiento, que le permite alcanzar sus objetivos sociales y comerciales, siempre cumplimiento con sus obligaciones normativas –porque recordemos que Codere no opera si no es con un permiso-.
Esto nos lleva a que, si bien el sector del casino puede llegar a ser riesgoso, también es un hecho innegable todos los beneficios que trae pues como negocio representa un gran atractivo: la atracción de inversión, de construcción, de obras de infraestructura, y que generan una gran derrama económica: generación de empleos, salarios, prestaciones sociales.
Por ejemplo, Según La Jornada[4] en 2018 “los empresarios del sector calculan el valor del mercado de la industria del juego en el país en más de 55 mil millones de pesos al año”.
Además, según el portal López Dóriga oficial[5], “para México estos establecimientos también representan numerosas fuentes de empleo, hablamos de poco más de 50 mil plazas directas y alrededor de 150 mil indirectos, además de millonarias inversiones en infraestructura, tecnología e innovación del sector de los juegos y sorteos. A esto se suma una derrama económica de 3 mil 500 millones de pesos anuales, además de contribuir con 4 mil 700 millones de pesos en impuestos y aprovechamientos a nivel federal, sin olvidar la atracción de inversión nacional y extranjera que ha desembocado el desarrollo de la industria”.
Es decir, si bien durante mucho tiempo el sector estuvo altamente estigmatizado, la realidad hoy en día es que no se puede decir de manera generalizada, ni mucho menos, categórica que representan un alto riesgo. Para afirmarlo se debe necesariamente realizar un análisis de sector con un Enfoque Basado en Riesgo, pero más importante, un análisis sectorial de lo que implican las Actividades Vulnerables.
Tan solo pensemos en las Actividades Vulnerables reguladas por la LFPIORPI: casinos, abogados, notarios, comercialización de metales preciosos, desarrollo de bienes inmuebles, subasta de obras de arte. En fin, son actividades muy variadas que difícilmente encuentran puntos en común unas con otras. Cuesta trabajo entender que la LFPIORPI las regule de manera igual a todas; que tengan el mismo sistema normativo.
Por lo anterior, el legislador debió conocer más a fondo las actividades que realizan estas instituciones y profesiones no financieras, para poder regularlas de forma más adecuada, del mismo modo en que se hizo con las entidades financieras, las cuales cuentan con disposiciones de carácter general dirigidas a cada una de ellas en particular.
En conclusión, se puede decir que el sector de casinos hoy en día se encuentra altamente estigmatizado, sin realmente contar en cuenta en la gran derrama económica que genera; y, finalmente, que en general el sector actividad vulnerable requiere una evaluación y análisis por actividad.
Sylvia Ramírez Jiménez
Directora de Cumplimiento de Codere México
[1] Disponible para su consulta en el siguiente vínculo: https://www.pld.hacienda.gob.mx/work/models/PLD/documentos/enr.pdf
[2] Disponible para su consulta en el siguiente vínculo: https://www.fatf-gafi.org/media/fatf/documents/reports/mer4/IEM-Mexico-2018-Spanish.pdf
[3] Boletín de prensa, disponible para su consulta en el siguiente vínculo: https://www.grupocodere.com/sala-de-prensa/noticias/codere-mejora-su-rentabilidad-en-el-segundo-trimestre-de-2019-a-pesar-de-la-crisis-argentina/
[4] Disponible para su consulta en: https://www.jornada.com.mx/2018/10/07/politica/016n1pol
[5] Disponible para su consulta en: https://lopezdoriga.com/opinion/el-valor-de-los-casinos-en-la-economia-mexicana/
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