Autor Roberto Smith
Los errores, los aciertos y las reflexiones nos hacen producir mejores resultados, pero ¿en cuántos retos que se presentan dentro de la organización retomamos esos tres pilares? No sólo debemos visualizar el cumplimiento técnico tratando de hacer nuestro rutinario “check list” de que sí y que no se ha logrado. Debemos tener nuestra labor ya trazada y no me refiero a la clásica metodología del check list, sino reinventar y generar holísticamente métodos para ser certeros en la prevención de los riesgos, para ser concretos en su aplicación.
Así entonces, se deben definir los procesos internos para poder generar escalables; como base es el compromiso y la capacitación continua de los colaboradores, siendo éste el comienzo para poder identificar que el principio de compromiso no es lo mismo que el involucramiento, para este tipo de programas necesitamos integridad, los cual nos lleva a un estándar de alto nivel, pero esto no te lo da una certificación para poder auditar, pues si no existe la capacitación constante no basta con un par de horas, se necesita ir más allá.
Claro es que lejos de estas metodologías, necesitamos cerrar filas con la cultura de la legalidad, el cumplimiento y la integridad. Ésta es la punta de lanza de la creación de sistemas humanistas con enfoque holístico para la organización, entonces así podremos identificar y analizar los males que aquejan a nuestro entorno como lo son la protección de datos y el lavado de activos, para dar paso paralelamente a sectores públicos para que el sujeto obligado no sea un complemento si no un ente holístico para poder cubrir íntegramente los sectores.
Una de las mayores reflexiones que deja la integridad en estas metodologías es una del jurista David Baigun la cual tenía por hilo conductor que la criminalidad de los poderes económicos genera un enorme daño social y es aquel germen de la desigualdad que impera.
En este sentido, necesitamos ponerle apellido al compliance, me refiero a generar un compliance fiscal, compliance corporativo, financiero, etc y dejar de sobre-regularlo, esto en teoría, en papel, comenzar a aplicarlo construyendo y buscando herramientas con recurso humano y factor material capacitando al personal del órgano regulador bajo esquemas que generen confianza y seguridad. Parte de esta metodología es tener claro el objetivo de compromiso de control:
Bajo este esquema la aplicación de la responsabilidad y la prevención de riesgos, nos haría más fácil la tarea de ir despachando los compromisos de controles.
Para poder llevar a una evaluación y tener claras las:
Imputaciones objetivas.
Imputaciones de riesgos.
Imputación de resultados.
Una vez entrado este tipo de generadores, la alta dirección o el órgano de gobierno, evalúa tener una escala aplicable para todos los sectores de la organización, en el cual puedan existir riesgos permitidos o riesgos aceptables que nos ayuden a prever el riesgo inherente.
Lo cual, bajo la anterior premisa, puede gestionar el nivel de capacitación para generar programas de cumplimiento normativo, prevención de riesgos y gobierno corporativo adecuado a la materia, y generar:
Ámbitos de competencia.
Competencia de organización.
Responsabilidad de empresa.
Ahora bien, vamos a alejarnos un poco del sistema metodológico y continuemos dentro del marco de la responsabilidad penal de la persona jurídica, sobre lo que nos dice e influye el factor humano en estos casos.
Partiendo de la persona humana-física debemos analizar y entender qué existe detrás del velo de la responsabilidad de la persona jurídica, esto nos pone a pensar qué tanto alcance existe entre la vinculación, esa ”línea delgada” entre:
Para poder estudiar más a fondo este tipo de cuestiones necesitaríamos tener otro apartado para poder aterrizar la dogmática penal como brazo de la teoría del delito y poder desglosar la teoría de la política criminal fiscal del enigmático Günther Jakobs.
La cuestión de las operaciones con recurso de procedencia ilícita es clara en el Código Penal Federal (400bis) (400bis2). Esto, en lo anterior, es nuestra teoría aplicable a manera de ir cerrando nuestra visión. Nuestra misión no es otra que el enfoque certero en la metodología basada en riesgos utilizando y generando métodos EBR (Enfoque Basado en Riesgos).
Así, al llevar a cabo estas evaluaciones, fijemos los elementos de riesgos y factores genéricos que se observan en el desarrollo de la actividad de los sujetos supervisados y que pudieran afectar en mayor o menor medida al riesgo al que están expuestas tomando en consideración: clientes, usuarios, servicios países, productos, etc.
Contexto o entorno del sujeto supervisado.
IDENTIFICACIÓN
IMPLEMENTACIÓN
1.1. Medición de riesgo.
VALORACIÓN
1.2. Mitigantes.
REDISEÑO
1.3 No sobre regular programas de compliance.
A manera de conclusión, integrar sistemas holísticos como programas de cumplimiento y prevención de riesgos, es la manera más eficaz de poder interiorizar la cuestión humana en la cultura de la integridad e ir disminuyendo -gradualmente porque existe otra manera- los casos de operación con recurso de procedencia ilícita, pero sobre todo identificar cuáles sí son y no mal llamar o generalizar este concepto.
Siempre suelo terminar con algún término como reflexión y no encuentro mejor historia que la famosa Ética de Aristóteles, en la cual la analogía del trozo de madera torcido describe la naturaleza humana, que, con el fin de eliminar las torceduras, el carpintero aplica presión suave en la dirección opuesta y, esencialmente mantiene el trozo de madera derecho.
Desde luego años más tarde Immanuel Kant anotó que ”de la torcida materia de la humanidad nunca se hizo nada recto. Tal vez es posible que nunca seamos rectos, pero podemos esforzarnos por ser un poco más rectos”. Considero esta analogía para una mejor integridad en la organización, que esos recursos materiales y humanos a los que me refería anteriormente, generen nacimientos de programas de compliance concretos y gobiernos corporativos de vanguardia.
Comments