Autor: Gerardo Europa Director Ejecutivo de Khôra estrategia Corporativa y Espacio Público.
La Norma ISO37001: Sistemas de Gestión Antisoborno como un elemento clave en el combate a la corrupción en México:
Actualmente nuestro país atraviesa por una crisis institucional como resultado de un largo proceso de articulación de los intereses políticos con los intereses económicos. Esto derivó en que la corrupción se volvió parte de la vida cotidiana de los mexicanos, la hemos visto inmersa tanto en el aparato institucional, como en los sectores empresariales e industriales. El caso Odebrecht y las implicaciones que ha tenido en Brasil, Argentina, Colombia, Guatemala, México, Panamá, Perú, entre otros. En Perú, Alan García expresidente de la República terminó por suicidarse, al día de hoy por lo menos hay 5 muertes vinculadas directamente a este caso, tan sólo en días pasados apareció sin vida uno de los primeros ejecutivos de la firma que denuncio la corrupción. En México un exdirector de Pemex, se encuentra prófugo de la justicia derivado de una transacción entre gobierno y una entidad privada, así como por supuestos sobornos por parte de dicha empresa.
En nuestro país tenemos casos que demuestran lo brutal que puede ser la corrupción, de tal suerte, que termina no sólo costando dinero a los países, sino vidas, perdidas materiales y de infraestructura, entre otras. Un ejemplo es el Estado de Veracruz, en el cual se estima un desvío aproximado de 60 mil millones de pesos, por parte del ex gobernador Javier Duarte. En esta entidad se entregaron dosis de agua destilada a enfermos de cáncer, haciéndoles creer que era medicamento, esto como consecuencia del desvío de recursos en la adquisición de medicamentos, por otro lado, en la ultima medición del CONEVAL , Veracruz fue uno de los cinco estados de la República que registró un aumento en sus índices de pobreza en un lapso de dos años, contrario al resto de las entidades federativas que lograron avances en ese tema, y este retroceso fue precisamente durante el período de Javier Duarte.
En México se habla de que alrededor del 10% del PIB se pierde, derivado de la corrupción.
50% de los mexicanos han pagado un soborno.
El 70% de los empresarios de nuestro país, ven a la corrupción como un práctica común.
México ocupa el lugar 135 de una lista de 180 países en combate a la corrupción.
Tan sólo para el 2015 la Auditoría Superior de la Federación, estimó por 165 mil millones de pesos el monto por los posibles daños por corrupción a nivel estatal y municipal.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, tomó como una de las principales líneas de acción de su gobierno el combate a la corrupción y, en este sentido comienzan a procesarse a algunos funcionarios de primero y segundo nivel. A pesar de que existen los mecanismos necesarios para procesar penalmente a funcionarios públicos, y a empresarios; de hecho el Sistema Nacional Anticorrupción resulta un excelente vehículo para combatir a la corrupción, el andamiaje legal e institucional con el cuenta podría ser excepcionalmente operativo y de alcances sin precedentes en nuestros país, sin embargo, actualmente no se cuentan con líneas claras de política pública que pudieran repercutir e impactar en la disminución de la incidencia de corrupción.
La corrupción es un fenómeno humano que, como los accidentes de tránsito o el tráfico de drogas, no puede reducirse a cero. Así, los gobiernos que realmente quieran combatir este flagelo social, requieren visualizar y aspirar a un enfoque distinto. Sin duda el combate a la corrupción requiere de procesos de cambio cultural, esto conlleva un enorme esfuerzo por parte de las sociedades, en una sociedad como la de México en la que la corrupción ha sido parte importante de nuestra cultura, se necesitaran esquemas comprobados que permitan generar una política pública más centrada en buscar impactos reales en el mediano y largo plazo, una excelente herramienta puede ser la implementación de la norma ISO 37001: Sistema de Gestión Antisoborno.
Tras varios años de este tipo de procesos, más de 40 en los EEUU y casi 10 en la Unión Europea, ahora este tipo de enfoques deben tener una mirada tanto al sector público como al privado, y al mismo tiempo generar esquemas que fortalezcan la ética pública o las buenas prácticas gubernamentales.
La idea es que se impulsen un sistemas de gestión anticorrupción, basados en una certificación ISO 37001 de Gestión Antisoborno, la cual permitirá contar con un mapa o matriz de riesgos de corrupción en las distintas áreas y de esta manera se establecerá un monitoreo del efectivo cumplimiento de leyes, reglamentos y normas, así como los mecanismos de mitigación de esos riesgos de corrupción por parte de entidades públicas y privadas.
El impulsar una iniciativa de este tipo por parte de los sectores públicos y privados, contaría con los siguientes beneficios:
Promovería una cultura sobre los riesgos de toda índole y sanciones a que se están expuestos al cometer, permitir o tolerar actos de corrupción que impacten en la operación de una organización e institución.
Comprometería a las organizaciones e instituciones y a sus altos mandos a cumplir con el marco regulatorio local e internacional en materia anticorrupción.
Proporciona evidencia para llevar a cabo investigaciones efectivas y sancionar adecuadamente los actos vinculados a corrupción, sean estas a nivel interno o legal, conforme corresponda.
Sentaría una base sólida de política pública para la prevención y combate a la corrupción en el país.
Sería un elemento crucial para reposicionar a México como una potencia económica con una política que le permitiría mejorar sustancialmente en el ranking internacional de la corrupción.
Finalmente, fortalecería el rol y sería un ejemplo en el combate a la corrupción del que tanto ha hablado el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Gerardo Europa
Actualmente Director Ejecutivo de Khôra estrategia Corporativa y Espacio Público.
Fue Coordinador de Asesores y Secretario Particular de las Secretarías de Medio Ambiente, Desarrollo Metropolitano y Desarrollo Económico y Secretaría del Trabajo en Gobierno del Estado de México.
En Gobierno Federal fue Coordinador de Asesores del Oficial Mayor y Director de Evaluación de Impacto, ambos cargos en DIF Nacional y en Indesol como Asesor.
En Gobiernos Locales fue Coordinador de Evaluación y Seguimiento y Coordinador de Atención a Grupos Vulnerables en la Delegación Álvaro Obregón.
También fue Investigador y Profesor Adjunto en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Gerardo es Maestro en Sociología por la Universidad Iberoamericana, y licenciado con mención honorífica en Pedagogía por la UNAM, asimismo cuenta con diplomados en Cabildeo y Negociación Política, y Análisis de la Globalización y Modernización ambos por la Universidad Iberoamericana y Diplomado en Investigación Acción Participativa por el Centro Regional de Educación Funcional de América Latina (CREFAL).
Ha sido consultor de las siguientes empresas:
Arcelor Mittal.
Nestlé
Danone
Intel
AT&T
Siemens
Jinko Solar
CONEVAL
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