Autor: Omar Almaraz Hernández, Subdirector Prevención de Lavado de Dinero y Combate al Terrorismo.
Hoy en día palabras como Blockchain, Big Data, Analytics y acrónimos como IoT o IA se han convertido en parte de la jerga tecnológica global y en posibles rompe-paradigmas de acuerdo con sus mayores entusiastas. Pero ¿qué son y cómo nos afectan o benefician? ¿es posible que sean vulnerados o utilizados para realizar operaciones con recursos de procedencia ilícita?
Blockchain
Hace algunos días encontré un artículo en internet en donde se menciona a los “New Kids on the Block (chain)”, un juego de palabras dirigido a las personas que crecimos en los años 80´s y que servía también como un texto introductorio para profundizar sobre los nuevos participantes en la tecnología de “cadena de bloques” mejor conocida por el anglicismo Blockchain.
La tecnología de Blockchain es utilizada por considerarse una forma segura de transmitir datos o información que permite verificar y validar que ésta no haya sido alterada. La información viaja mediante una cadena de registros (bloques) cifrados o encriptados, el control del proceso lo tienen los usuarios y no una empresa, institución u organización, es decir, no es un sistema que se encuentre centralizado, y cada uno de los usuarios se convierte en partícipe de los registros.
Con el nacimiento de la criptomoneda Bitcoin se popularizó rápidamente el uso de esta tecnología sin embargo no sólo sirve para realizar transacciones financieras, sino que tiene muchas otras aplicaciones como la emisión de certificados, títulos de propiedad e incluso votos.
Las industrias continúan apostando en investigaciones relacionadas a esta tecnología con múltiples fines, ya que es considerada una forma más rápida, transparente y segura de realizar casi cualquier cosa, un ejemplo claro son los servicios como las transferencias internacionales o liquidación de transacciones, que tardaban días en ejecutarse pero que con Blockchain podrían ser inmediatos y libres de intermediación, otro ejemplo son los certificados emitidos por la universidad rankeada como número 1 del mundo, el MIT, este tipo de certificados ya se están produciendo también en una universidad de nuestro país.
El anonimato que supone la tecnología de cadena de bloques es una de las principales ventajas y también desventajas que representa, por lo que la decisión de los reguladores en los países ha sido cauta al momento de plantearse la adopción de activos virtuales en los sistemas financieros. El anonimato ha sido históricamente una pieza clave para los lavadores de dinero y para las personas que financian ataques terroristas, por otro lado la vigilancia masiva sistémica considerada necesaria la seguridad pública por algunos gobiernos es un tema de debate en muchos países.
Contratos Inteligentes
Es la versión digital de un contrato tradicional. Es un programa informático que tiene la capacidad de cumplirse de manera automática, cuando los términos preestablecidos por dos o más partes se cumplen.
Estos contratos fueron inventados en los años 90 sin embargo hoy cuentan con mayor popularidad gracias a la tecnología de cadena de bloques que ha facilitado la inalterabilidad de los contratos y su condición pública. Fideicomisos y seguros son algunos ejemplos en los que los contratos inteligentes podrían ser utilizados, con la ventaja de que no son sujetos de interpretaciones ya que el contrato es específico y inalterable. Otras aplicaciones son las cadenas de suministros y apuestas, a pesar de que los contratos inteligentes actuales tienen sus límites, es probable que en los próximos años adquieran mayor importancia de la mano del avance del Internet de las Cosas, que ampliará la aplicación de los contratos en distintos usos de nuestras vidas.
IOT
“Serás muy científica, pero de Internet no tienes ni idea. ¿Sabes qué es el Big Data?, ¿Sabes qué es el Internet de las Cosas? No sabes ni de qué estás hablando. Frases que quedaron grabadas en nuestra memoria, pronunciadas en los debates entre candidatos a jefe de Gobierno de la Ciudad de México del año pasado, y que nos recuerdan la forma en que nuestro mundo se ha transformado por la tecnología. Las cosas que utilizamos son cada vez más “inteligentes”, nuestros Smartphones, Smart-TVs son más comunes, próximamente los electrodomésticos, vehículos y otros artículos se estarán conectando a la internet. Entregamos de forma cotidiana más datos a las apps, nuestros teléfonos permiten registrar los lugares que hemos visitado, y lo que nos interesa, como resultado hoy tenemos servicios más personalizados, también nuestros hogares, el transporte, y las industrias de fabricación se vuelven más autosuficientes con esos datos y se encuentran más conectadas, sin embargo, esto supone también algunos retos como los de la seguridad de la información. Actualmente existen virus que secuestran los archivos de tu computadora y para recuperarlos te piden dinero, las personas que obtienen la información suelen venderla en mercados negros donde la utilizan de forma poco ética o a veces ilegal ¿será que en el futuro como resultado de esta conectividad puedan secuestrar tu televisión, tus electrodomésticos o tu auto? En un mundo más conectado la ciberseguridad jugará un papel cada vez más importante, al diversificarse las herramientas existirán también nuevas formas de delinquir y desde luego de ocultar activos provenientes de una actividad ilegal.
Big Data
Se le conoce así al conjunto de datos o combinaciones de los mismos en las que su volumen, velocidad y variabilidad hacen difícil su gestión lo que no permite que sean analizadas o procesadas con herramientas convencionales lo suficientemente rápido para que sean útiles. El tamaño para considerarlas Big Data aún no está definido, algunas personas toman en consideración datos a partir de los treinta Terabytes en adelante.
La mayoría de los datos masivos contiene datos sin estructura que fueron originados por tecnologías actuales como los sensores de algunos dispositivos, las redes sociales o los GPS entre otros. Tal cantidad de información podría mostrar tendencias del mercado vitales para la estrategia de las organizaciones, optimizando así sus operaciones y recursos. Con un análisis adecuado de esos datos es posible obtener una reducción de costos, tomar decisiones más rápidas así como diseñar mejores productos y servicios.
Ejemplos del uso efectivo del Big Data son la detección y prevención de fraudes, identificación de posibles patrones de operaciones con recursos de procedencia ilícita en cualquier industria que procese transacciones financieras online, o que tenga un registro electrónico. El Big Data permite evaluar más rápidamente el riesgo y tomar medidas correctivas.
Para muestra…
De acuerdo con rumores de las últimas semanas la cripto moneda de Facebook se anunciará este mismo mes respaldada por unas de las mayores empresas financieras y de internet quienes formarán un consorcio independiente. Uno de sus principales objetivos es limitar la volatilidad y superar numerosos obstáculos regulatorios antes de que estén en condiciones de lanzarla como solventar las preocupaciones sobre fraude y lavado de dinero.
Finalmente
La forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos se está transformando, de acuerdo con algunos economistas estamos viviendo la 4ta revolución industrial, las puertas están abiertas para las personas e industrias que deseen subirse a ese tren, y para las que no, en poco tiempo nos daremos cuenta de que el cambio ya no es sólo una constante, es un inevitable.
Montoya, Mark. (s.f.). The impact of disruptives technologies. www.fdic.gov. Recuperado de : https://www.fdic.gov/conference/presentations/impactofdisrupttech-montoya.pdf
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